Mambí en A/ Católicos y protestantes irlandeses, nacionalistas irlandeses y unionistas, se han unido para expresar su preocupación sobre los peligros de los gobiernos globalistas y los desafíos que plantea la migración sin restricciones y sin control.
Las pancartas y carteles que incluyen llamados a "Liberar a Tommy Robinson" y mensajes sobre la democracia reflejan una frustración compartida con las políticas que sienten que amenazan su patrimonio cultural y su forma de vida.
Esta reunión, como señala Richard Inman, es una protesta contra lo que ven como un "plan globalista de fronteras abiertas", con cientos de personas que acuden a las calles a pesar de la represión, mostrando una determinación colectiva de proteger su identidad y sus valores, y lo que es más importante, esta protesta pone de manifiesto una profunda preocupación por la seguridad de sus mujeres e hijos, un tema recurrente en los debates sobre la migración y el cambio social. El miedo a perder el control sobre sus comunidades, junto con la ansiedad por la delincuencia y la erosión cultural, ha impulsado a estos grupos a dejar de lado las divisiones históricas.
Esta protesta, entonces, no se trata solo de la migración, sino de salvaguardar a los más vulnerables de su sociedad, las mujeres y los niños, de amenazas muy reales.
Esto es precisamente lo que teme la cábala globalista: ¡la unidad!
Ver a grupos históricamente divididos como nacionalistas y unionistas, católicos y protestantes, encontrando puntos en común es un mensaje poderoso.
Esta unidad trasciende la vieja enemistad, enviando una señal clara de que, cuando se trata de proteger su patrimonio y la seguridad de sus familias, el pueblo de Belfast está dispuesto a mantenerse unido.