Reino Unido/ En un incidente reciente y profundamente preocupante, Tommy Robinson y sus amigos fueron expulsados del restaurante Hawksmoor, después de ser recibidos, sentados y servidos bebidas y entrantes.
Con el avance del socialismo y el comunismo en Europa y el Reino Unido, están surgiendo escenas bochornosas que nada tienen que ver con una democracia, y sí, con dictaduras comunistas, algo que parecía impensable que pudiera repetirse en ¿occidente?
Tommy y sus amigos se comportaron con respeto, nadie estaba intoxicado y no hubo quejas de los demás comensales.
La decisión de expulsarlos provino de un gerente, citando que el personal "se sentía incómodo" con su presencia. Pero esta vaga explicación suena hueca frente a lo que parece ser un claro caso de discriminación por motivos políticos.
Independientemente de cuál sea la ideología política de cualquier ciudadano, cada individuo merece ser tratado con dignidad y justicia, especialmente en un entorno diseñado para el alojamiento público.
El acto de pedirles públicamente que se fueran, después de permitirles comenzar su comida, no solo fue humillante, sino que envió un mensaje escalofriante: a algunas personas se les puede negar el servicio no por cómo se comportan, sino por quiénes son o en qué creen. Ese es un precedente que debería preocupar a todos. Y así es como comienza a instaurarse una dictadura comunista.
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