Por el Comunicador Comunitario Leonardo Hernández Camejo.
El mago con barbas hace todo tipo de peripecias hoy en día para mantener la miserable canasta familiar. Erudito en las ciencias del abastecimiento, del consumo de alimentos para la población, no repara en quitarle a los niños la compota a los 3 años, la leche a los 7 y el agua de yogurt a los 13; pero por si esto fuera poco, los niños no tienen cuota de pollo hasta los 14 años.
Ahora bien, si venden pescado en lugar de la cuota de pollo, los niños no comen pescado, eso es o no magia. Si es perritos calientes o salchichas en lugar de pollo, a los niños tampoco le toca, a pesar de que están ansiosos por ello, ya que les gusta.
Siempre habrá alguien que diga ¡Contra, como sabe el mago este! Pero es de conocimiento general que esta estrategia es para quitarle a los mayores que son los que protestan y reclaman una alimentación digna.
Esto es solo una parte de la realidad que vive el pueblo de Cuba; aunque parezca incierto, la suerte para el mundo es que Mussolini, Hitler y el Mago con Barbas no coincidieron en una misma época.
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