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jueves, 10 de diciembre de 2009

Subvención pública para el acoso al exilio cubano

Entidades prodictadura ocupan 
espacios públicos 
que no les corresponden.

Por: Joan Antoni Guerrero Vall.

Las conocemos de sobras, sus convocatorias son publicitadas regularmente por el portal Kaosenlared, un espacio autodenominado de información alternativa aunque en la gran mayoría de ocasiones se nutre de propaganda y textos difamatorios sin base real alguna. Principalmente sus llamados sirven para movilizar a aquellos que creen en la mal llamada Revolución cubana y que quieren que en Cuba siga existiendo una dictadura, que sus ciudadanos no tengan derechos ni garantías constitucionales y que un aparato represivo bien engrasado siga guardando la Isla para los que, a miles de quilómetros de allí, continuan pensando que Fidel Castro y Ernesto Che Guevara son un par de dioses intocables.

El entramado de organizaciones que apoyan a la Revolución cubana es complejo de reconstruir ya que, en algunas ocasiones, hay entidades que, en su seno, acogen a otras que, con distinto nombre, se encargan también de trabajar a favor del consulado cubano en Barcelona. La estrecha relación de estas organizaciones con la delegación diplomática es realmente digna de estudio y sería interesante establecer una comparación con las legaciones de otros países con representación en la capital catalana.

Para sus objetivos, estas entidades obtienen fondos públicos, anualmente, de forma sistemática, a veces del gobierno autonómico y otras de corporaciones locales e incluso de otro tipo de instituciones. Actúan amparadas bajo el paraguas de la solidaridad y la acción humanitaria, aunque su actividad es eminentemente política, no social. Defensem Cuba, por ejemplo, es la plataforma que, establecida en varias poblaciones del cinturón rojo de Barcelona, se encarga de movilizar a los partidarios del comunismo cuando se producen actos como el del pasado sábado, convocatorias de exiliados cubanos para reclamar los derechos humanos, libertad para los presos poíticos y un cambio democrático en la Isla.

Poco equivocado está Juan Abreu cuando acusa a esas organizaciones de estar compradas con "viajes". Defensem Cuba organiza un concurso literario en el que establece como requisito indispensable que las narraciones tengan como lema la figura del Che Guevara. ¿De premio? Un viaje a Cuba. Lo curioso de esta plataforma es que actúa aprovechándose de una infraestructura que pone a su disposición el gobierno catalán. En el centro de Barcelona el llamado Hotel d'Entitats la Pau (hotel de entidades), equipamiento de titularidad pública, da cobijo a entitades sin ánimo de lucro, mayoritariamente ONG's.

Entre estas organizaciones se encuentra también la procastrista Defensem Cuba, junto con el Casal d'Amistat Catalano-Cubà -otra de las entidades de apoyo a la tiranía castrista. El Hotel d'Entitats, dependiente del departamento de Acción Ciudadana, es un espacio en el que supuestamente se deben promover los movimientos asociativos. Un requisito indispensable para acceder a sus servicios y prestaciones es que las entidades no tengan ningún ánimo de lucro. Asimismo, de este espacio quedan excluídas las organizaciones que tengan por objetivo la defensa de "intereses comerciales o profesionales".

Dada la actividad de algunas de estas organizaciones, como es el caso de Defensem Cuba, principal movimiento de acoso a los exiliados cubanos en Catalunya, se echa de menos en esta relación de condiciones que también estén excluídos los movimientos dedicados a una acción política que incluye la defensa de regímenes totalitarios, de sistemas políticos que exlcuyen y pisotean los derechos fundamentales de todos sus ciudadanos como es el castrista en Cuba. De la misma manera que no apoyaríamos que en estas dependencias públicas se alojaran organizaciones de ultraderecha, promotoras del racismo, el terrorismo, la homofobia o cualquier otro tipo de actitud social despreciable, tampoco podemos permitir que los organismos públicos asistan a organizaciones de izquierdas, defensoras de dictaduras como la castrista, cuyos objetivos no son ni sociales ni humanitarios sino manifiestamente políticos e ideológicos. Da náuseas pensar que de nuestros fondos públicos se fuga dinero para entidades como Defensem Cuba, dedicada a la coacción sistemática del derecho de libertad de expresión de los cubanos demócratas cada vez que estos salen a manifestarse pacíficamente.

Todo este conjunto de entidades procastristas, que se camuflan bajo el manto de la solidaridad, son los tentáculos de partidos mintoritarios y sin representación parlamentaria en Catalunya, como puede ser el caso del Partit Comunista de Catalunya (PCC). Sus guerras políticas e ideológicas deberían mantenerse en el ámbito de sus organizaciones políticas, moribundas, y abastecerse de los fondos que presten sus militantes. Organizaciones como Defensem Cuba tienen que salir de esos ámbitos reservados a ONG's y entidades sin ánimo de lucro dedicadas a la acción social. La actividad de Defensem Cuba no puede ser asimilada como movimiento social ya que se trata de un movimiento político y promotor del totalitarismo que no debería beneficiarse de los impuestos de todos. Mientras nuestra sociedad se rija por principios democráticos, Defensem Cuba, y organizaciones afines, deberían buscarse la vida en otra parte.

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